Viajar a cualquier parte, admirar el paisaje verde, natural, agradable, que refleje paz y tranquilidad es bueno para cualquier persona. Asimismo, un paisaje marino o de montaña. No solo permite que se relaje y elimine el stress que genera el ruido de la ciudad, el tráfico, el bullicio y la rutina diaria. También le permite descansar mente y cuerpo.

¿Y a quien no le gusta viajar? De hecho, en España en 2016, los españoles realizaron 182 millones de viajes, según el INE. Y de ellos el 8,6% eran viajes fuera del país.  Por lo tanto es seguro que a la mayoría de las personas les gusta preparar sus maletas y hacer los preparativos para viajar.

El espíritu aventurero emerge de las personas para disfrutar de grandes experiencias por el mundo entero, o muy cerca de casa. Pero siempre con el mimo fin, conocer, descansar y disfrutar.

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Beneficios de los viajes en la salud física y mental

Viajar además del disfrute y conocer lugares y culturas nuevas, también trae muchos beneficios para la salud. Algunos estudios científicos han demostrado que los viajes traen beneficios al cuerpo y la mente de las personas. Conozca algunos de ellos en este sencillo artículo.

Las personas que viajan sufren menos de estrés

Es uno de los beneficios que más se destaca en las personas que viajan. No importa si la salida es breve o es un largo viaje, lo significativo es que se cambia de ambiente y se deja lejos la rutina diaria. Se desconecta de los problemas del trabajo y el acelerado ritmo de la ciudad.

Pero también es importante la actitud del viajero, porque los preparativos del viaje también ocasionan estrés. La incertidumbre de lo que encontrará y si cumplirá con las expectativas del viaje o no. Deje estas preocupaciones y prepárese para que todo salga bien, espere que llegue el momento de llegar al destino. Con buena actitud, no tienen por qué ocurrir grandes percances.

Tanto el corazón como el cerebro tienen mejor funcionamiento cuando se viaja, aumenta la autoestima y el bienestar emocional. Por lo tanto el estrés disminuye.

Algunos estudios realizados en Arizona, señalan que las mujeres que viajan son menos vulnerables a sufrir de estrés, están mensos cansadas o deprimidas. Su calidad de vida es más alta y se muestran conformes y satisfechas en su vida matrimonial.

A similar conclusión se llegó en un estudio publicado por el Wisconsin Medical Journal en 2005,  (Vacations Improve Mental Health Among Rural Women). En donde la conclusión fue que las personas que viajan con frecuencia, tienen menor posibilidad de  tener niveles altos de estrés.

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El cerebro agradece que las personas viajen

Las creencias llevaban a la conclusión de que en las personas mayores ya el cerebro no era capaz de modificarse. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que esto es un mito. El cerebro humano es capaz de crear neuronas durante toda su vida y también son capaces de crear nuevas conexiones.

Según explica José Manuel Moltó, miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Neurología (SEN), que para que esto ocurra, es necesario estimular el cerebro. En este sentido afirma «…hay tres elementos claves para hacerlo: enfrentar nuestro cerebro a la novedad, la variedad y el desafío. Viajar cumple con los tres».

La necesidad de adaptarse a nuevos paisajes, horarios, costumbres, comida, un nuevo idioma, estimulan el cerebro. Esto lo hace más activo y creativo. Y así muy bien los explica Molto «Viajar requiere, principalmente, aprender y memorizar todo lo extraño hasta que todo resulte normal y conocido. Esto es un desafío para tu cerebro y es como un entrenamiento acelerado».

 El corazón se fortalece

Viajar reduce el riesgo de sufrir infarto al corazón. Así lo demuestra un estudio realizado en Estados Unidos. En especial en personas de edad avanzada, así lo demuestran las estadísticas. En los hombres que viajan con frecuencia, se reduce el riesgo de sufrir infarto en un 21%.

Asimismo estudios realizados por una universidad en Finlandia con personas mayores. La actividad física que se realiza, propia de los viajes, es buena para la salud. En especial para personas con hábitos rutinarios sedentarios.

 La autoestima se fortifica

Todo viaje representa un reto. Y encontrar los recursos para resolver los desafíos que se presenten y lograr solucionarlos, potencia y fortalece la autoestima de las personas. Además de que les da confianza a las personas en sí mismas y las hace más felices.

El placer de viajar no se puede sustituir con ninguna otra cosa. Se construye una base de almacenamiento de anécdotas, futuros recuerdos y vistas de paisajes extraordinarios que nunca olvidarás. Tal como lo expresó el escritor George Eliot en una oportunidad “»nuestras andanzas viajan con nosotros desde lejos, y lo que hemos sido nos hace lo que somos».

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Un horizonte más amplio para afrontar problemas

Cuando se viaja a otros lugares, se conocen muchas cosas diferentes a lo acostumbrado. Es otra realidad y son otros los problemas que aquejan a esa sociedad. Se aprende a valorar lo que se tiene y se aprende a no lamentarse de lo que no has logrado conseguir hasta hora.

La perspectiva de la vida es otra. Y el bienestar emocional ahora es diferente. «Viajar te hace modesto, porque te hace ver el pequeño lugar que ocupas en el mundo» (Gustave Flaubert).

En este sentido, muy claro lo escribió el médico canadiense «Irse lejos contribuye a alejarse de las partes estresantes de la vida. Puede ayudar a mejorar tus perspectivas, a brindar nuevos puntos de vista y permite desarrollar nuevas estrategias para afrontar los problemas».

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