Un nuevo truco utilizado por los pasajeros de aerolíneas, se está convirtiendo en un hábito de muchos viajeros para viajar barato. Se le ha dado el nombre de “hidden city” o ciudad oculta. Un pasajero anónimo fue demandado por Lufthans por ser protagonista de este engaño a la aerolínea.

En abril de 2016 un pasajero debía volar a Oslo desde Seattle a través de Frankfurt. Sin embargo, se saltó un vuelo de conexión y regresó de Frankfurt a Berlín con un boleto aparte. Pagó un total 657 euros mientras que la aerolínea alega que debió haber pagado 2.769 euros.

Afirman que el pasajero violó la normativa de la empresa ya que no completó el viaje. Saltó un vuelo de conexión y regresó desde Frankfurt a Berlín con otro billete.  No utilizó el último billete de su viaje.

La práctica consiste en comprar un billete hasta una de las ciudades donde el vuelo que se dirige a su destino final hace escala. Así sale más económico que comprar el pasaje completo a su ciudad destino. Luego compra otro billete del lugar de conexión donde se quedó hasta el lugar hacia donde se dirige.

Anteriormente en 2014, United Airlines y Orbitz iniciaron una demanda civil contra Aktarer Zaman, de 22 años, quien creó Skiplagged.com. A través de esta página ayudaba a los viajeros a encontrar vuelos más económicos utilizando la estrategia descrita.

No se arriesgue a pasar un mal rato en el aeropuerto o en una ciudad lejana. Viaje seguro y con la conciencia tranquila. Al final tal vez tenga que pagar otro billete y le saldrá más caro de lo que ha tratado de ahorrar. Compre un buen seguro de viaje y decídase a viajar por el mundo. Sin tener que usar artificios tramposos para realizar el viaje de sus sueños.

Se crean las leyes pero también la trampa

Hasta los momentos la justicia ha estado de parte de los viajeros. Otras demandas realizadas en el pasado también han fallado. Sin embargo, Lufthansa  seguirá intentándolo. Henry Harteveldt, de la firma de asesoría de viajes Atmosphere Research, en ‘BBC, comenta al respecto.

«Parece que son ellas mismas las que buscan que se las engañe…a veces ponen billetes a precios ridículos y desorbitados. Es como si te invitaran a practicar el truco de la ciudad oculta».

La aerolínea Lufthansa tiene sede en Colonia y desde 2009 ha sido considerada como la aerolínea más grande de Europa. Se espera que este incidente no haya perjudicado su reputación.

El costo de los pasajes es variable dependiendo de la ciudad. No tanto por la distancia entre una y otras, es más bien por ser turística o típica sede de negocios. El billete de viaje es más costoso si la ciudad es donde se entablan o cuadran negocios nacionales o internacionales. Si es una ciudad turística el billete generalmente cuesta menos.

El primero se trata de un viaje de negocios, mientras que el turístico es particularmente de diversión y entretenimiento. Tal vez para los viajeros no comprenden esta estrategia. Sin embargo, para las aerolíneas es un factor que determina el costo del viaje.

La competencia también es un factor determinante en los precios del billete. En este sentido, explica Henry Harteveldt. “Si la aerolínea A tiene un competidor de tarifa baja, coincidirán, si no, cobrará una prima. Todo depende de la competencia. Es por eso que las aerolíneas bajan las tarifas estratégicamente en algunos mercados y no en otros”

Continúa diciendo, “en mis conversaciones con las aerolíneas, dicen que no quieren perder participación de mercado y que asumirán un riesgo calculado«. Harteveldt considera que la demanda de Lufthansa es una advertencia a los viajeros. Es esencialmente para inspirar miedo.

Las ciudades ocultas reducen el rendimiento económico de cada asiento. Sin embargo, es poco probable que el asiento quede vacío si los viajeros practican esta estrategia. Por su parte, las aerolíneas tienen exceso de reservas. Ellas tienen el conocimiento que algunas personas no se presentaran al aeropuerto.

Es un negocio con riesgo. Algunas aerolíneas incluso pueden vigilar al pasajero mientras vuela. En algunas ocasiones pueden inclusive detenerlo en el aeropuerto si ven algo sospechoso. Sin embargo, Tony Webber, CEO de Air Intelligence indica que es difícil rastrear a un pasajero que tenga en mente realizar esta práctica.

Sin embargo, las nuevas tecnologías permitirán acabar con ella. Las aerolíneas cuentan con toda la información sobre los pasajeros, necesaria para hacerlo. Sólo es cuestión de tiempo.