Visitar Atenas es llegar a la cuna de la civilización. Bajo sus calles llenas de vida reposa el origen mismo del arte en el mundo, el inicio de la oratoria y la democracia.

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Seguro has apreciado el arte ateniense en los libros escolares, también son comunes las copias de los artistas romanos. En plena capital griega está el Museo de la Acrópolis de Atenas, donde apreciarás de primera mano el Partenón.

El edificio es de la mitad del tamaño que la colina sagrada, debía ser más bajo que el Partenón para no hacerle sombra. Además, el espacio entre ambos edificios es muy reducido.

¿Sabías que la acrópolis sufrió varias reconstrucciones en la época de Pericles? Te resultará interesante saber que un barco veneciano atacó el Partenón. Cuando estaba en combate contra los otomanos que controlaban Atenas.

Este ataque detonó las reservas de polvorín, esparciendo en mil pedazos los templos por toda la colina. Posteriormente en 1863, el estado griego decidió su reconstrucción para mostrar las ruinas.

Se mandó a construir el edificio en la colina, pero fueron escasos los 800 metros cuadrados. Las primeras excavaciones realizadas en 1886 descubrieron piezas que merecían ser expuestas en algún sitio.

Nuevo Museo

Comenzó su construcción en la década de los ‘70s y es lo que se conoce hoy como el Museo de la Acrópolis de Atenas. Promovió elaboración, el primer ministro ateniense para 1976, Constantinos Karamanlis. Quien también señaló que fuera a los pies de la colina, cerca de la entrada principal.

Fue inaugurado el 20 de junio del 2009, ¿por qué demoró 30 años? Debido a múltiples inconvenientes. El más importante fue el descubrimiento de un yacimiento de la Atenas antigua justo debajo de los cimientos del edificio.

Todas las demoras fueron superadas por Michael Photiadis y Bernard Tschumi, quienes terminaron un hermoso y moderno museo. Este imponente museo flota sobre excavaciones que siguen hasta el día de hoy.

Tiene una superficie de 14.000 m2 de exposiciones sobre un área total de 25.000 m2. Está en el barrio Makrygiannis, una localidad que se encuentra a trescientos metros hacia el sur de la Acrópolis. Conocido como el paseo de Dionisio Areopagita, la estación de metro más cercana a las ruinas.

Te conviene saber que el museo no abre en las siguientes fechas

  • 25 y 26 de diciembre
  • El 1° de enero
  • Dia de Pascua
  • Los domingos 
  • El 1°de mayo

De resto abre todos los días del año, aunque el horario varía según la época del año. Desde el 1° de noviembre hasta el último de marzo abre a las 9 de la mañana. Y desde el 1° de abril hasta el último de octubre abre una hora más temprano.

Por el momento la entrada cuesta 5€, aunque puedes revisar la web oficial para ver cuales son los días de visita gratuita. Las guías en español te agregan un paseo por la ciudad. En el mismo museo encontrarás a anfitriones arqueólogos que te responderán cualquier duda (si entiendes el inglés).

Colección en el Acrópolis

Existen tres plantas que exhiben la colección del museo: las laderas de la Acrópolis, obras arcaicas y el espectacular Partenón. Entrando puedes ver a través del suelo de cristal la excavación que se realiza bajo el edificio.

Las obras están bañadas por la luz natural que entra por los ventanales. Además de leer paneles tradicionales o multimedia, puedes admirar cada pieza desde cualquier ángulo, enriqueciendo la experiencia.

Laderas de la Acrópolis

En la primera planta hallarás los restos de las excavaciones de las laderas del monte, templos anteriores y objetos cotidianos.

Subes por unas escaleras hacia un nivel intermedio, estarás en las Cariátides para ver otras piezas del Erecteion. Aquí es donde están los restos del Propileo, que es la entrada a la Acrópolis. Y el templo de Atenea Nike. Al avanzar estarás ante las estatuas de la época romana del siglo V.

Obras arcaicas

Ubicadas en la segunda planta del edificio, aunque también hay obras de otra época. Podrás ver el portador del ternero o el Moscóforo, una obra esculpida en el 570 a.C.

Encontrarás la Atenea melancólica y los imponentes cuatro caballos de mármol de la Cuadriga. Y la cabeza del Efebo Rubio, del siglo V a.C.

Hay una sala destinada a las cariátides del Erecteion caminar entre ellas es un deleite para la vista. Contemplaras el buen uso del cincel en los pliegues de las túnicas, y la delicadeza del esculpido en sus peinados. Solo falta la que se robó Lord Elgin en 1801 para exhibirla en el Museo Británico de Londres.

Desde la segunda planta también tendrás una maravillosa vista de las Cariátides y una sala de lectura.

Partenón

El tercer nivel y la corona de este museo, es la espectacular sala del Partenón. Se trata de una reproducción idéntica a la original con la excepción de que las columnas son de acero. Las fachadas de cristal de la sala permiten ver el contraste entre lo nuevo y lo viejo.

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Están expuestas al relieve su friso en el orden y posición original. El relato histórico que cuenta la procesión de las Panateneas, casi puedes esperar que aparezca un griego con su túnica.

Puedes observar una maqueta de todo el monte, y otra detallando el Partenón. La paciencia te ayudará a contemplar el video de su reconstrucción.

Dato curioso

el período arcaico está comprendido entre el VII a.C hasta el 479 a.C, o final de las guerras persas. En este período se pasó de la aristocracia a la tiranía y de allí a la democracia.